El aspecto de nuestro pelo y de la piel dependerá de como los cuidemos y del trato que le demos. Factores como el estrés, la vida sedentaria, el alcohol, el tabaco, contaminación ambiental pueden ser nocivos. A mayores una alimentación inadecuada también puede ser perjudicial para pelo y piel.
Es clave una hidratación adecuada. Para ello lo primero para conseguir hidratar es beber agua, debemos tomar sobre litro y medio dos litros diarios de agua. Hay situaciones como temperaturas o actividad física altas requerirán aumentar la ingesta de agua diaria.
Las proteínas también son importantes, no debemos olvidar que son un componente fundamental tanto del pelo como de la piel. Se hace necesario aportar diariamente las proteínas (huevos, carne, pescados) necesarias para mantener su integridad.
El consumo de antioxidantes jugarán un papel fundamental contra la agresión que sufre nuestra piel por parte de elementos como el sol, el estrés, estos agentes oxidan y provocan daños en nuestra piel. Alimentos ricos en vitamina como la zanahoria, el melón, sandía, espinacas. Por otro lado el betacaroteno favorece la formación de melanina ayudando a tener un color más bronceado en la piel.
La vitamina E también tiene acción antioxidante, alimentos como los frutos secos, aceite de oliva son ricos en esta vitamina. La vitamina E previene contra el envejecimiento de la piel, arrugas y mejora la textura. Es importante por tanto usar en la alimentación diaria aceite de oliva virgen extra.
La vitamina C también es muy importante. Interviene en el metabolismo del colágeno, necesario para el mantenimiento de la piel y pelo, un déficit de vitamina C influiría en la formación de colágeno. Sin olvidar su efecto antioxidante que ayuda contra los radicales libres y su acción sobre la oxidación celular. El consumo de fruta: naranjas, mandarinas es un buen aporte en esta vitamina.
Elementos como el selenio favorece la elasticidad de la piel y retrasa el envejecimiento. Alimentos ricos en selenio son los cereales, marisco o los huevos. El cinc tiene un efecto antioxidante, alimentos ricos en este elemento son: carnes, huevos, cereales integrales o legumbres.
El resveratrol, que se encuentra en las uvas y el licopeno (tomates) ayuda a mantener la integridad de nuestra piel. Son dos sustancias antioxidantes.
El consumo de grasas monoinsaturadas o poliinsaturadas aporta también beneficios. Déficit de los omega 3, ácido alfa linolénico provocan alteraciones en la estructura y función de la piel.