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Preparamos 2 tarros de medio kilo
Necesitamos
1000 gramos de cardo fresco (limpio sobre 750 gramos)
40 gramos de zumo de limón
1000 gramos de agua
1 cucharada de harina
2 cucharaditas de sal
Preparamos
1. Esterilizamos 2 tarros de cristal de 500 ml de capacidad, los hervimos (por separado el bote y la tapa) durante unos 30 minutos. Los colocamos boca abajo sobre un paño limpio y reservamos.
2. Limpiamos el cardo cortando las ramas exteriores y raspando las interiores para quitar bien las hebras. Lo cortamos en trozos regulares de unos 4-5 cm y reservamos en un bol con agua fría y con 30 gramos de zumo de limón, para que no se oxide.
3. Vertemos en el vaso el agua, la harina y la sal, hacemos 7 minutos / 100º / velocidad 1
4. Incorporamos el cado escurrido y hacemos 35 minutos / 100º / giro a la izquierda / velocidad cuchara. Una vez cocido. lo escurrimos a través del cestillo con un bol debajo para recoger el líquido de cocción. Reservamos el cardo y el líquido por separado
5. Repartimos el cardo y 10 gramos de zumo de limón en los tarros esterilizados reservados y los llenamos con el líquido de cocción. Cerramos los tarros, los colocamos en una olla y los cubrimos con agua hasta 1 cm por debajo de la tapa. Llevamos a ebullición suave y lo mantenemos durante 40 minutos. Retiramos los tarros y dejamos enfriar boca abajo. Reservamos hasta el momento de consumirlos.
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Receta apta para intolerantes a la lactosa
Una vez limpio y cortado también podemos blanquear el cardo para congelarlo. En este caso, ponemos 1000 gramos de agua en el vaso con dos cucharadas de sal y hacemos 10 minutos / 100º / velocidad 1. Añadimos el cardo limpio y cortado, hacemos 2 minutos / 100º / giro a la izquierda / velocidad cuchara.
Colamos y ponemos en un bol con agua y hielo durante 4 minutos. Escurrimos el cardo, lo secamos y lo congelamos en una bandeja. Una vez congelado lo ponemos en una bolsa o recipiente hermético y lo conservamos en el congelador.
