La dieta del grupo sanguíneo se originó alrededor de 1980. Casi 50 años después, sin evidencia científica que la sustente, sigue causando estragos.
Los métodos para adelgazar de forma “rápida, fácil y eficaz” se multiplican de forma exponencial con una velocidad pasmosa. Y, aunque año tras año se desmienten por activa y por pasiva casi todos estos métodos, vuelven a revivir sin apenas verse afectados por la evidencia científica.
Uno de estos métodos es la dieta del grupo sanguíneo, un método con casi 50 años de historia a sus espaldas, el cual fue nombrado por primera vez por el naturópata James L. D’Adamo en 1980 en su libro ‘One Man’s Food… is someone else’s poison‘ (aquel alimento bueno para algunos, puede ser veneno para otros). Posteriormete, su hijo Peter J D’Adamo siguió el camino trazado por su padre, mediante el libro publicado en 1996 ‘Eat Right For Your Type‘ (come de forma adecuada según tu grupo -sanguíneo-), aunque cada uno de ellos fundó centros e institutos diferentes, basados todos ellos en las mismas teorías dietéticas con más que dudosa evidencia.
En que se basa
Aunque actualmente sabemos que existen muchos más tipos de sangre que los que originalmente descubrió el biólogo Karl Landsteiner en el siglo XIX, los mayoritarios siguen siendo los grupos A, B, AB y O. A estos hay que añadir alguno más raro como el grupo “Vel”, entre otros, todos ellos descubiertos en poblaciones puntuales. La división entre grupos se basa en proteínas presentes en los hematíes o glóbulos rojos, cuya mayor importancia en la actualidad es el poder recibir u otorgar transfusiones sanguíneas a cada individuo según su tipo de sangre.
Sin embargo, los defensores de la dieta del grupo sanguíneo rizaron el rizo respecto a esta división. El primero de ellos, supuestamente creador de esta dieta, fue James L D’Adamo, el cual llegó a afirmar que esta división en grupos sanguíneos era una “evolución” basada en las formas de alimentación de los individuos. Por tanto, cada individuo debía comer dependiendo del grupo sanguíneo que poseía, con el objetivo de ganar más salud y evitar diferentes enfermedades cardiometabólicas, sobre todo la obesidad o diferentes tipos de cáncer.
Dado que D’Adamo incluyó entre sus argumentos teorías evolucionistas, inicialmente tuvo buenas críticas. Y, posteriormente, su hijo aún hizo más complejo el asunto, otorgando a cada grupo unas características determinadas:
- El grupo O era cazador, por lo que le correspondería comer más carne y grasa, evitando alimentos como trigo, maíz, legumbres o lácteos. Algo similar a lo que aconseja una Dieta Paleo (guardando las distancias).
- El grupo A era el agricultor-recolector, al cuál se le prohiben precisamente carnes, pero también lácteos.
- El grupo B era el ganadero o nómada, al cuál le sentaría bien la leche, pero también debería evitar el maíz, trigo y legumbres.
- El grupo AB o grupo enigma sería una mezcla de los dos anteriores, y podría llevar una dieta mixta, moderando el consumo de carne, maíz y trigo.
Como podemos observar, la familia D’Adamo tenía unos argumentos cuanto menos simplistas en su dieta, y tan solo nombran unos escasos grupos de alimentos, llegando al punto de no saber como definir uno de los cuatro grupos mayoritarios como es el grupo AB, por lo que vaya usted a saber qué alimentos recomendarían a los grupos sanguíneos raros como el anteriormente mencionado grupo Vel.
No existe evidencia científica alguna que respalde las afirmaciones de la dieta del grupo sanguíneo, partiendo de la base de que llaman al grupo 0 el “grupo ancestral”, el cual sería el origen de todos los demás. Según trabajos, como el que se publicó en 2008 en Human Genetics, el grupo 0 sería una mutación entre el grupo A y B, y no el origen de ambos como defienden los creadores de esta dieta.
El Español
Dejar una contestacion