Pimientos secos con azúcar
Se ponen a remojo doce pimientos secos bien limpios, durante una hora, cociéndolos a continuación durante otra. En un cazo se ponen seis cucharadas de aceite, friendo dos dientes de ajo, hasta que estén doraditos; se echa una cucharada grande bien llena de azúcar, dándole vueltas con una cuchara de madera hasta que se dore bien.
Para dorar los ajos con Thermomix
Ponemos en el vaso el aceite. Hacemos 5 minutos / varoma / velocidad 1. Si optáis por el jamón añadirlo junto con el aceite en este paso.
2. Añadimos los ajos y hacemos 4 minutos / varoma / giro a la izquierda / velocidad cuchara.
Inmediatamente, con espumadera, se cogen los pimientos cocidos, se escurren al aire y
se vierten sobre el preparado anterior, dejándolos recocer un rato, bien tapados y a fuego lento.
Así terminamos los pimientos secos con azúcar.
En algunos pueblos, la cena de Nochebuena pasaba poco de la comida normal del día a día. En general, consistía en una sopa, verdura y pescado; como postre «manzanate» o fruta, sopas dulces y turrones. Se conservan todavía por reminiscencia de aquellos tiempos, tanto el menú: cardo, besugo asado, ciruelas pasas y orejones, sopas dulces y turrones, como el horario, ya que perdura la costumbre de adelantar la hora habitual de la cena, remembranza de los tiempos en que el estómago iba flojo por el largo día de ayuno.
En el Bidasoa y otros lugares de la Montaña, el cardo se sustituía por berza, con cuya agua de cocción se hacía para entrada la sopa de ajo, olorosa, sencilla y pobre, desayuno de muchos en tiempos pasados y capaz de resucitar a más de uno en madrugadas con problemas.
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