Además de los hábitos alimentarios deberemos tener en cuenta:
– Te verde
El té verde puede acelerar el metabolismo. De acuerdo con un estudio publicado en el American Journal of Clinical Nutrition, tomando tres tazas al día, el metabolismo se incrementa del orden del cuatro por ciento.
Lo que significa quemar más calorías al día, lo que se traduce en ayudar a disminuir el peso corporal. Esto se debe a la presencia de una sustancia, catequina, que es capaz de acelerar el metabolismo.
– Entrenamiento con pesas
El entrenamiento con pesas ayuda a perder peso y es una de las mejores maneras de conseguirlo. Al aumentar nuestra masa muscular se va a quemar más grasa.
De acuerdo con un estudio publicado en Medicina y Ciencia en Deportes y Ejercicio, el cuerpo mantiene un metabolismo muy alto durante dos horas de entrenamiento.
– El hierro es importante
Si no hay suficiente hierro las células no reciben el oxígeno en cantidades óptimas y esto va a ralentizar su metabolismo.
Para evitar que esto suceda debemos consumir al menos tres porciones diarias de alimentos ricos en hierro como la carne roja, pollo, cereales, la soja, las lentejas, el hígado.
– Tomar más productos lácteos
De acuerdo con un estudio publicado en la revista Obesity Research, las mujeres que consumen tres o cuatro porciones por día de derivados de la leche baja en grasa (yogur, queso cottage, …), perdieron el setenta por ciento de grasa más que los que no consumían.
Estos beneficios se obtienen a partir de la ingesta de calcio a través de los alimentos y no a través de suplementos. Para conseguir este efecto, es necesario tomar del orden de 1.200 mg de calcio que está contenido en tres porciones de derivados de la leche.
– Comer pescado
El consumo de pescado nos permite mantener bajos niveles de leptina, una hormona ligada al metabolismo y la obesidad, como se ha demostrado en varios estudios.
Para lograr el efecto deseado será suficiente para consumir de tres a cuatro porciones de pescado a la semana tipo salmón, atún o la caballa.
– Comprobar el tiroides
El hipotiroidismo va asociado a un metabolismo lento. El tiroides controla el metabolismo, y uno de los primeros signos de que algo no va bien es la incapacidad para disminuir el peso.
– Evitar el alcohol
Esta científicamente comprobado que el alcohol ralentiza el metabolismo debido a la depresión que provoca a nivel del sistema nervioso central. Un estudio británico encontró que cuando se consume alcohol, junto con alimentos ricos en grasas, se favorece la acumulación de grasa corporal.
– Alternar ritmo de ejercicio
A la hora de hacer ejercicio, como correr, es bueno alternarlo con ejercicio más moderado como caminar. Si caminamos a ritmo alto combinarlo con ritmo más pausado
– Consumo adecuado de proteínas
Consumo de proteínas en su justa medida. El sistema digestivo utiliza mucha más energía para descomponer los alimentos ricos en proteínas y esto se traduce en un mayor consumo de calorías.
Para obtener los mejores resultados, nuestra dieta debe estar compuesta de un tercio de proteínas. A cantidades más altas podrían causar problemas renales si se consume durante un largo período.
– No saltarse el desayuno
Numerosos estudios han demostrado que el desayuno juega un papel importante en la lucha contra el sobrepeso. El metabolismo se ralentiza durante el sueño y activa el proceso digestivo al despertarnos.
Un desayuno de 300-400 calorías, que consiste en cereales, leche descremada y fruta hará que obtengamos mejores resultados
– Comer plátano
La presencia de potasio favorece el metabolismo y regula la hidratación de las células. En proceso de deshidratación se queman menos calorías.
– Dormir al menos seis horas
Un estudio de la Universidad de Chicago encontró que las personas que duermen sólo cuatro horas por noche tienen una mayor dificultad en la digestión de los hidratos de carbono, debido a los niveles altos de insulina y cortisol, la hormona del estrés.
es recomendable dormir del orden de seis a ocho horas diarias
– Comidas al día
Favorecer el realizar cinco comidas al día